Sin gluten, sin lácteos, sin azúcar, sin teína, sin fermentados.
Receta con y sin heladora
Ingredientes
-1 L. de agua mineral embotellada
-20 g. de Té Rooibos
-1 cucharada de postre de jengibre fresco rallado
-80 g. de xilitol
Preparación sin heladora
-Cortar un trocito de raíz de jengibre.
Con un trocito del tamaño de una cereza suele ser suficiente para llenar una cucharita de postre.
-Lavar el jengibre, pelarlo y rallarlo.
-Poner el agua en un cazo al fuego.
-Añadir el xilitol y remover.
-Cuando empiece a hervir, retirar el cazo del fuego y remover.
-Añadir el té rooibos y la cucharadita de jengibre al cazo.
-Tapar y dejar reposar 7-8 minutos.
Una ventaja del té rooibos es que si se os pasa el tiempo de infusión, no amarga.
-Colar y dejar enfriar.
Poner el té en un recipiente en el que podáis utilizar la batidora de mano y que sea apto para el congelador.
-Meter en el congelador.
-Sacar cada hora y batir con la batidora de mano hasta que adquiera la consistencia de granizado.
(Con 3 ó 4 veces suele ser suficiente)
-Sacar del congelador 10-15 minutos antes de servir.
Preparación con heladora
-Cortar un trocito de raíz de jengibre.
Con un trocito del tamaño de una cereza suele ser suficiente para llenar una cucharita de postre.
-Lavar el jengibre, pelarlo y rallarlo.
-Poner el agua en un cazo al fuego.
-Añadir el xilitol y remover.
-Cuando empiece a hervir, retirar el cazo del fuego y remover.
-Añadir el té rooibos y la cucharadita de jengibre al cazo.
-Tapar y dejar reposar 7-8 minutos.
Una ventaja del té rooibos es que si se os pasa el tiempo de infusión, no amarga.
-Colar y dejar enfriar.
-Poner en marcha la heladora y verter el té enfriado.
El tiempo dependerá de vuestra heladora, la mía 30 minutos.
-Poner en un recipiente apto para el congelador.
-Guardar en el congelador.
-Sacar del congelador 10-15 minutos antes de servir.
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